Origen de la Química


 El término “química» proviene de la palabra “alquimia”, nombre que se le da a un antiguo grupo de prácticas proto científicas que cubría distintos elementos de la ciencia actual, así como también otras materias como la astronomía, la metalurgia, el misticismo, la filosofía o la medicina.

La alquimia, se practicaba desde aproximadamente los años 330, que además de explorar la fabricación de oro, analizaba la naturaleza del movimiento, la composición de las aguas, del crecimiento, la conexión espiritual entre los cuerpos y los espíritus, de la formación de los cuerpos y su descomposición. En un principio se solía llamar de forma ordinaria a un alquimista como “químico», y posteriormente se llamaría química al oficio que practicaba

Los orígenes de la Química se remontan a los de la humanidad. El primer químico de la historia, aun sin saberlo, fue el ser humano que controló y usó el fuego. Durante muchos siglos, el progreso de la Química (conocida como Alquimia) se centró en una serie de recetas útiles con fines idealistas (como por ejemplo el elixir de la eterna juventud o la transmutación de metales) o para resolver problemas prácticos (pólvora, metales y aleaciones, remedios curativos, etc.), con poco fundamento científico.

A partir del momento en que aprendimos a producir el fuego y manejarlo a voluntad, ya sea para cocinar nuestra comida o, mucho después, para fundir metales, hornear cerámicas y llevar a cabo otras actividades, un nuevo mundo de transformaciones físicas y químicas estuvo a nuestro alcance, y con él, un nuevo entendimiento de la naturaleza de las cosas.

Las primeras teorías respecto a la composición de la materia surgieron en la Antigüedad, obra de filósofos y pensadores cuyas hipótesis se basaban tanto en la observación de la naturaleza, como en su interpretación mística o religiosa. Su propósito era explicar por qué las distintas sustancias que conforman el mundo poseen diferentes propiedades y capacidades de transformación, identificando para ello sus elementos básicos o primarios.

Una de las primeras teorías que intentó dar respuesta a este dilema surgió en la Grecia del siglo V a. C., obra del filósofo y político Empédocles de Agrigento, quien propuso que debía haber cuatro elementos básicos (cuatro como las estaciones) de la materia: aire, agua, fuego y tierra, y que las distintas propiedades de las cosas dependían de la proporción en que estuvieran mezclados.

Esta lógica sirvió para que luego la escuela hipocrática de medicina griega propusiera su teoría de los cuatro humores que componían el cuerpo humano (sangre, flema, bilis negra y bilis amarilla). Por otro lado, el célebre filósofo Aristóteles (384-322 a. C.) luego añadió el éter o quintaesencia como el elemento puro y primordial que conformaba a las estrellas y los astros del firmamento.


 

Sin embargo, el más importante precursor de la química en la Antigua Grecia fue el filósofo Demócrito de Abdera (c. 460-c.370 a.C.), quien propuso por primera vez que la materia estaba compuesta de partículas mínimas y fundamentales: los átomos (del griego atomón, “indivisible” o “sin partes”). Filósofos posteriores tomaron la idea de que el universo se compone de partículas indestructibles, mientras que diversos pensadores indios de la Antigüedad llegaron a conclusiones semejantes

Linus Pauling (1901-1994) propuso la siguiente definición: "La Química es la ciencia que estudia las sustancias, su estructura, sus propiedades y las reacciones que las transforman en otras sustancias". Aunque el origen de la palabra química es un tema controvertido, la mayoría de autores aceptan que deriva de la antigua palabra egipcia kēme, que significa tierra. Más tarde, esta palabra se convertiría en "khēmia", o transmutación, a la cual se le adicionó el artículo arábigo al, dando lugar a la palabra alquimia, que significa “el arte de transformación”. Este término se mantuvo hasta finales del siglo XVI hasta la publicación del libro de Robert Boyle (1627-1691) The Sceptical Chymist (El químico escéptico), en el que aparece por primera vez la palabra “química”. Otros autores sostienen que la palabra khemeia proviene del griego khumos, "el jugo de una planta".

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